El arte de la caligrafía o de la escritura a mano va muy unida a la escritura en sí misma, desde la redacción hasta la creación literaria o la composición poética, son forma y contenido que, juntas, pueden hacer que un texto alcance su perfección.
Hoy nos alejamos un poquito de la parte más puramente estética de la escritura y nos vamos a enfocar en la redacción, ya que es un aspecto muy importante de nuestra vida, ya que interfiere en el proceso de escritura diaria, como al escribir un correo electrónico de trabajo o para un organismo, un comentario de texto para nuestra asignatura de Lengua y Literatura o de apoyo de lengua, una redacción para una clase de idiomas, escribir un artículo para un blog, un ensayo académico para exponer nuestras investigaciones y un sinfín de ocasiones en las que una buena redacción va a sacar a la luz mucho sobre nosotros mismos.
En el caso de que sientas que tu redacción no es correcta o te hayan advertido de que no se entiende bien lo que escribes, a continuación te voy a exponer una serie de consejos para mejorar tu redacción y que yo suelo tener en cuenta a la hora de escribir artículos como este.
Piensa primero en lo que quieres decir
Muchas veces nos encontramos ante textos donde no se tiene claro la idea principal que intentan comunicar o la hipótesis que quieren desarrollar. Por lo tanto, antes de ponerte a escribir, piensa en el mensaje principal que quieres transmitir y exponlo en el título y en la introducción del texto, como si se tratase de una noticia (de las de antes del clickbait, por supuesto), donde el titular te hace un resumen de la idea principal y la entradilla te explica buena parte de la noticia o de qué va a ir el artículo o la redacción.
Articula las ideas y dales orden
Cuando ya sabes de qué quieres hablar, tienes que pensar en todas las ideas que apoyan tu argumento, articularlas y darles un orden. Hacerlo de menor a mayor interés o importancia, o a la inversa, depende de tu estilo y de si quieres captar la atención para que sigan leyendo o no. son muy populares los artículos del tipo “TOP 5” o “TOP 10”, un ejemplo claro de redacciones de interés creciente, mientras que las noticias clásicas de los periódicos tienen un orden de interés decreciente.
Estructura el texto
La estructura de la redacción viene dada por la idea principal y su argumentación, así, lo básico es escribir una introducción, luego exponer los argumentos a favor y en contra en distintos párrafos y, por último, realizar una conclusión con la que se demuestra tu hipótesis, resume el contenido, propone soluciones y da pie a formular nuevas preguntas para hacer partícipe al lector o plantearle nuevas cuestiones que podrás resolver en otro artículo.
Escribe frases claras y comprensibles
En el momento en que tenemos la idea de la redacción, el orden de las ideas y su estructura, es el momento de empezar a escribir o a redactar. Hay que hacerlo siempre con frases claras y concisas. Esto no quiere decir que sean simples, puede haber una sucesión de ideas y subordinadas de distintos tipos, pero es desaconsejable unir varias subordinadas que dificulten la comprensión del texto y hagan que el lector se pierda en la argumentación.
No te repitas
Para el lector puede resultar agotador leer un texto con ideas repetidas y expresadas de la misma manera. Solo conviene repetir un argumento cuando lo explicas de un modo más sencillo o cuando pones un ejemplo que lo hace más comprensible y accesible para todos.
Tampoco te repitas utilizando las mismas palabras, verbos y conectores. Los idiomas están llenos de sinónimos, de verbos similares y de todo tipo de frases que enlazan unas ideas con las otras, por lo tanto, busca variedad de vocabulario sin resultar pedante y teniendo en cuenta el perfil del lector al que va dirigido.
Creo que, siguiendo estos consejos, podrás mejorar tu redacción. Si no lo consigues, puede ser debido a que te faltan horas de lectura, por lo tanto, te animo a que leas todo lo que caiga en tu mano, desde artículos hasta novelas, ya que, como se suele decir “a escribir se aprende leyendo“. Además, y citando otro dicho popular, “todo es cuestión de práctica”, por lo que cuanto más escribas, tu capacidad de redacción irá mejorando, ¡así que sigue leyendo y escribiendo!