La práctica de caligrafía con lápiz es muy placentera y está al alcance de cualquiera, ya que es una herramienta de escritura económica y fácil de encontrar.
Cuando nos enfrentamos a la decisión de qué lápiz es mejor para practicar caligrafía, son distintos los factores a tener en cuenta, por eso hice un vídeo en mi canal de Youtube Azahara Letras, el que veis a arriba, y también he querido escribir este post, para arrojar un poco de luz en este asunto y que podáis comprar el más adecuado.
Consejos previos: aplanar la punta del lápiz y soporte blando
Antes de entrar en el análisis de marcas y durezas, voy a deciros que, si queréis practicar un tipo de caligrafía con trazos finos y gruesos, como la Copperplate o la Spencerian, os recomiendo que antes de nada aplanéis un poco la punta sosteniendo el lápiz a un ángulo de 45º aproximadamente. De esta manera, podréis hacer trazos finos sin apretar y trazos gruesos más marcados al apretar.
Otro consejo que os doy es que escribáis sobre un soporte blando debajo, como una pequeña pila de folios o una cartulina, si no en la cartulina directamente, ahí se va a poder apreciar más la diferencia de trazos.
¿Qué dureza de lápiz es la más adecuada para caligrafía?
No sé si sabéis, pero los lápices tienen distintas durezas en sus minas de grafito y se pueden distinguir en una escala HB. “H”, es la dureza, del inglés “hard”, mientras que la “B” se refiere al negro, del inglés “black”.
Así, un lápiz 8H tendrá una mina muy dura y de un color gris muy claro, mientras que un lápiz 8B será muy blando y de un color oscuro, casi negro.
Lápices HB para caligrafía
Los lápices más comunes del mercado y los que seguramente habréis usado toda la vida, pues son los estándar, son los HB. Esto quieren decir que tienen una dureza media y un color gris medio, ni claro ni oscuro. Un ejemplo clásico de toda la vida es el Staedtler Noris HB, el que tiene su extremo de color rojo. Otro ejemplo de un lápiz HB es el Palomino Blackwing Natural.
La verdad es que, aunque precisos, no son lo suficientemente blandos como para hacer trazos finos y gruesos, así que los recomiendo para una caligrafía de diario o para una que no tenga distintos grosores, como puede ser la cursiva americana, la del método Palmer.
Lápices 2B para caligrafía
Personalmente, recomiendo que para practicar caligrafía se utilicen lápices de dureza 2B o superior, así que empiezo con un clásico: Staedtler Noris 2B, un lápiz económico y de calidad. Hay otro que me gusta, el Palomino Blackwing 602, que es un poco más blando y un poco más negro que el de Staedtler.
Como veis, se pueden realizar trazos finos y trazos gruesos con un lápiz de dureza 2B, así que es un buen punto para empezar.
Lápices 3B para caligrafía
Cuanta más B, más blando y más negro, así que los trazos gruesos se van a ver más. Vamos a ver ahora una caligrafía con el Palomino Blackwing Pearl, un lápiz de dureza 3B, aunque en la realidad es un pelín más blando que los estándares, como podría ser un Faber Castell Mars lumograph 3B o un Faber Castell 9000 3B que vemos arriba.
Como veis, Palomino Blackwing Pearl tiene muy buenos resultados para caligrafía, de hecho, es mi favorito, por eso lo considero el mejor lápiz para caligrafía.
Lápices 4B para caligrafía
Seguramente alguno de vosotros preferiréis aún lápices más blandos y más negros para caligrafía, por eso probé también los 4B, que no son, para nada, una mala opción. Aunque probé una edición especial de Palomino Black Wing, la de Corita Kent, equivale al negro de toda la vida, el clásico Blackwing Matte.
Esta es mi segunda opción favorita para caligrafía, así que si tenéis acceso a un lápiz 4B, probad y me contáis.
Lápices 8B para caligrafía
Para a los que os vaya la marcha, id probando lápices con una blandura superior, como un 6B o un 8B. En el vídeo de la comparativa probé el Faber Castell 9000 8B y podéis ver que realmente es más oscuro y más blando, pero para mi gusto, es demasiado blando, la mina se deshace bastante e incluso se pueden difuminar los trazos.
Eso sí, se pueden apreciar claramente los trazos finos y gruesos, especialmente los gruesos, y da mucho gusto escribir con ellos.
Conclusión: el mejor lápiz para caligrafía
Como he adelantado antes, para mí, el mejor lápiz para caligrafía es el Palomino Blackwing Pearl, el que tiene una dureza un pelín superior a 3B, así que es el ganador en esta comparativa.
Como siempre, va a depender de vuestros gustos y del tipo de caligrafía que queráis practicar, entre un 2B y un 4B creo que siempre vais a acertar.
Espero que esta comparativa os haya gustado y servido de ayuda. Como siempre, espero vuestros comentarios para que me contéis cuál es para vosotros el mejor lápiz para caligrafía y por qué.